Snappy, un pequeño pinscher con ojos brillantes y curiosos, fue encontrado solo en el pueblo. No se conoce su edad exacta y no tenía chip, solo un cuerpecito tembloroso y un corazón lleno de miedo. Cuando lo encontraron, estaba muy hambriento y asustado, sin saber si alguien todavía se preocupaba por él. Pero detrás de ese miedo, Snappy es un verdadero amor. Mueve su colita suavemente cuando alguien le habla con cariño, y se lleva muy bien con otros perros. Su pequeña alma todavía está sanando y, aunque a veces sigue asustado, se nota cuánto desea seguridad, amor y una familia en la que pueda confiar. ¿Quién tiene el amor, la paciencia y el corazón abierto para adoptar a este dulce pequeño? Snappy sueña con un hogar cálido, manos cariñosas y una familia para siempre que nunca lo deje sentirse solo otra vez.