Poppy, una perrita pequeña y tremendamente dulce, fue encontrada hace solo unos días sola en la calle. Perdida, sin chip y claramente después de mucho tiempo viviendo fuera, estaba delgada, sucia y muy hambrienta. Pero a pesar de todo lo que ha pasado, el corazón tierno de Poppy sigue brillando. Es una niña muy cariñosa que quiere a todo el mundo. Desde que llegó, ya encontró un amigo y le encanta pasar el tiempo jugando con él. Su espíritu juguetón y su personalidad cálida hacen que sea imposible no enamorarse de ella. Ahora Poppy necesita lo que todo perro merece: una familia llena de amor, paciencia y bondad. Sueña con un sofá calentito donde pueda acurrucarse en las noches frías, segura en los brazos de sus humanos, sabiendo que por fin pertenece a un hogar. ¿Quién le dará a esta dulce niña el hogar para siempre que tanto desea?